¿Quién dijo que ser entrenador era fácil? …

El pobre Carlo Ancelotti lo tiene más difícil que encontrar aparcamiento en el centro de Madrid. Asencio se ha convertido en un verdadero rompecabezas para el équipo. Con la recuperación de Rüdiger, que promete volver cual superhéroe ante el City, Ancelotti se encuentra rascándose la cabeza como si buscara las llaves de casa. Para colmo, nuestro querido Alaba ha decidido unirse a la fiesta del entrenamiento completo, poniendo a Carletto en el aprieto de elegir la mejor pareja de baile para Tchouaméni.

Nuestro francés favorito, que empezó en la medular para que Asencio calentara banquillo, ha tenido su propia montaña rusa de posiciones desde aquel fatídico partido allá en noviembre contra Osasuna, cuando Militao dijo «me lesiono y me voy». Desde entonces, Asencio ha vuelto al once titular como quien no quiere la cosa, sobre todo gracias a la inoportuna lesión de Rüdiger.

Ahora, Ancelotti, con un ojo en el estado de Rüdiger, tiene un dilema: ¿dejar a Tchouaméni donde mejor baila o devolverlo a la defensa? El plan es que Rüdiger se una a la fiesta matutina del entrenamiento con el grupo y, posiblemente, al once, pero Carletto no va a presionar el acelerador sabiendo que Asencio y Tchouaméni están funcionando como equipo de gala.

¡Y eso no es todo, amigos! Alaba trae otro reto, como si a Carletto le hicieran falta más desafíos. El jugador ya está entrenando con el grupo tras superar su lesión de rodilla y podría debutar contra el City como quien va a hacer una compra rápida. Mientras tanto, Asencio sigue cosechando minutos como el protagonista de una película de acción en estos partidos de Liga y Copa.

Y no olvidemos la saga de lesiones que podría llenar un hospital. Lucas Vázquez se ha retirado del escenario, por lo que Valverde sigue en el lateral derecho, y vaya que lo hizo bien contra Osasuna a pesar de que el empate nos dejó a todos con ganas de llorar.

Carletto tendrá que seguir ajustando piezas como un relojero suizo, pero si algo está claro, es que en el Madrid, el drama nunca escasea. Así que, a disfrutar del suspense y las sorpresas en el próximo partido. ¡Hala Madrid!