Desmontando a los Citizens con estilo…
El Real Madrid, en modo chef Michelin, cocinó al Manchester City en el Bernabéu con un menú goleador digno de tres estrellas. Los expertos de La Pizarra de Quintana analizaron el espectáculo, con Kylian Mbappé como el toque gourmet. Al inicio de temporada, el banquete madrileño olía a comida recalentada: Mbappé no acababa de encontrar su sitio entre tanto cocinero estrella. Pero, amigos, todo cambió. Ahora, en el papel de chef principal, está sirviendo goles como churros. «Ha aprendido a esquivar a los defensas como si fueran papparazzi», comenta Adrián Blanco sobre su habilidad para moverse en el área sin ser cazado.
Nahuel Miranda remarca: «Mbappé es ahora un maestro del juego estático, capaz de hacer magia hasta de pie.» Algo así como un mago de los fogones que prepara un plato espectacular sin moverse de la cocina. La clave, dicen, está en los goles, esos platos suculentos que devuelven la confianza.
Y Miguel Quintana, en un arrebato de sinceridad, confiesa que «antes veía a Mbappé más cómodo en el lateral izquierdo, cual percha mal colgada», pero elogió la «cabezonería» de Ancelotti por dejarlo en vanguardia, logrando el título de «delantero más diferencial del mundo».
Después del partido, Mbappé, en plan showman, declaraba que podía jugar en todas las posiciones de ataque con la fe de quien va al supermercado con hambre. «Tener un jugador así es como encontrar un billete de 50 en un viejo pantalón», dijo Quintana.
Con Mbappé liderando la delantera blanca, los madridistas ya sueñan con un buffet ilimitado de títulos. La magia que mostró en París y con la selección francesa está ahora en la cocina del Bernabéu. Prepárense para ver hasta dónde llega este «Chef Blanco» en la escena mundial del fútbol.