Kylian, estrella y cheerleader en Caen…

Kylian Mbappé ha decidido no solo ser el terror de los defensas en el Santiago Bernabéu, sino también convertirse en el gurú motivacional del Caen. En un giro inesperado del destino (y del billete de avión), el delantero del Real Madrid se plantó esta mañana en Francia para hacer de cheerleader en su querido club de Segunda División, que anda más perdido que turista sin GPS en una callejón de París.

Al parecer, Mbappé confía en su equipo de Caen tanto como en el peluquero que le hace su último corte de pelo. «Estos chicos necesitan un poco de ‘je ne sais quoi’ y aquí estoy yo», debió pensar mientras se ponía una bufanda con los colores del equipo.

En una reunión con su nuevo fichaje portugués, el entrenador Bruno Baltazar, y todos los jugadores, Mbappé les transmitió más energía que un café exprés a primera hora. «Si no creyera en este proyecto, estaría tumbado en una hamaca en el Caribe», bromeó el crack, quien también dedicó tiempo a hablar con unos 50 aficionados que estaban más emocionados que un niño en una tienda de golosinas. Les prometió que el cambio está a la vuelta de la esquina y que todo va a ir viento en popa y a toda vela… algún día, claro.

Mientras tanto, el equipo de Caen sigue anotando menos que mi abuela en un videojuego de fútbol. Con 15 puntazos, están más cerca del fondo de la tabla que de unas vacaciones en las costas del Mediterráneo. Pero Kylian, con la confianza de alguien que ha anotado un hat-trick contra el Manchester City, sigue optimista. Al fin y al cabo, el fútbol es como una baguette recién hecha: a veces cruje y a veces se rompe. ¡Vamos Caen, la temporada aún no está perdida!