El Real Madrid llega pisando fuerte…
La épica lucha de los tres mosqueteros del fútbol español está aquí, y no, no hablamos de una nueva película de aventuras, sino del épico calendario deportivo que enfrentan Real Madrid, Barça y Atlético. Estos titanes del balompié se aventuran en un emocionante sprint final que promete muchas emociones… y quizás un par de uñas menos para los fanáticos.
Los equipos más grandes de La Liga tienen por delante un auténtico «Tour de France» futbolístico: ¡nada más y nada menos que siete partidos en apenas tres semanas! Que alguien avise a los fisios, porque van a sudar la gota gorda. Con duelos de Champions, una ida de la semifinal en Copa del Rey y unos choques ligueros de máxima competición, cada encuentro es como un capítulo de una telenovela épica.
Para el Atlético de Madrid, es todo un festival de fútbol contra el Real Madrid en Champions y el Barcelona en Copa, más un menú liguero que incluye platos tan contundentes como Valencia y Athletic. Simeone está listo para enfrentar la tormenta, pues como él dice: «partidazo» es su segundo nombre.
Mientras tanto, el Real Madrid, que hizo llorar a los seguidores del Manchester City al eliminarlos con estilo, tiene un calendario tan complejo que es como resolver un cubo de Rubik pero con los ojos cerrados. Los blancos se miden contra Girona, Betis, Rayo y Villarreal en Liga, y afrontan el temido derbi contra el Atlético. Ancelotti no está preocupado. Como diría él entre risas, «Hemos sacado nuestra mejor versión», algo así como la versión del economista que encuentra siempre un euro de más en el pantalón.
Por otro lado, el Barcelona, aunque pareciera que bailara en un campo de margaritas, no está tan libre de problemas. Evitando partidos extra como un experto jugador de póker, los culés enfrentan al Benfica en Champions, una bandeja servida de Las Palmas y Atlético en la Liga, y a sus archienemigos rojiblancos en las semis de Copa. Flick sabe que en el fútbol, hasta el menor error puede convertir un pastel de zanahoria en un desastre de cupcakes.
Por último, el destino de estos colosos está irremediablemente enlazado. Los próximos días exigirán lo mejor de sus habilidades: inteligencia táctica, destreza en el campo y, quién sabe, quizás un par de sortilegios futbolísticos para seguir en la lucha por la gloria europea y doméstica. ¡Que el balón ruede, y que sea con mucha diversión!