Cuando Stuani fue Merlín y Ramos ilusionista…
En un ya lejano 2019, el estadio Santiago Bernabéu fue testigo de un truco digno de Las Vegas: el Girona logró su primera y única victoria en el icónico templo del Real Madrid. Con un Santiago Solari que, como Harry Houdini, desapareció del banquillo tan rápido como llegó, los merengues parecían tener el show bajo control tras un gol de cabeza de Casemiro que prometía magia blanca.
Pero el Girona tuvo otros planes bajo la manga. En la segunda mitad, los chicos de Eusebio se tomaron una pócima secreta y salieron como toros en Pamplona, remontando magistralmente. El momento cumbre llegó cuando Sergio Ramos, al estilo de David Copperfield, hizo un truco con la mano en el área, regalando al Girona un penal que Cristhian Stuani convirtió con más elegancia que un mago sacando un conejo de un sombrero.
La obra maestra se completó con una jugada de ilusionismo adicional cuando Portu anotó en el minuto 75, tras un rebote que dejó a Courtois buscando más pistas que un detective en una novela de misterio. Al final, la actuación culminó con Ramos siendo expulsado en un acto final de desaparición que dejó al Madrid con un sabor de boca más agrio que el limón de un gin tonic. El Girona celebró este espectáculo extraordinario como solo un Houdini lo haría, dejando al Madrid sin opciones de alzarse con el título de LaLiga ese año.