El brasileño practica el «tango defensivo» y se pierde el partido contra el Madrid …
Antony, el flamante fichaje del Betis que llegó para brillar y quizás un poco para inquietar a las defensas contrarias, se despidió prematuramente del partido en el Coliseum, pero no por una oferta de baile en Broadway, sino por una tarjeta roja directa que bien podría considerarse su debut en el «tango defensivo internacional».
En un partido que parecía más una clase de baile en el «Bordalás Academy», con Antony repartiendo asistencias y participando en jugadas claves, el brasileño se vio seducido por un balón traicionero que le llevó a irrumpir en el césped como un torero desenfocado y derribar a Juan Iglesias con la gracia de un rinoceronte en patines.
Aunque la jugada fue más aparatosa que un episodio de telenovela, la roja directa de Alberola Rojas dejó a Antony con cara de «¿me estás hablando en serio?» y a Pellegrini pasmado, como si sus lentes recién limpiadas le hubiesen engañado. «No he visto la roja, aunque tampoco sé cómo se me apagó el televisor justo en ese momento», bromeó el técnico al final del partido.
Mientras tanto, en el cuartel general del Betis, los servicios jurídicos han empezado a preparar un alegato que probablemente incluya análisis científicos de la fuerza gravitacional en el Coliseum y cómo afecta los giros inesperados de Antonio. La esperanza es que la sanción se quede en un suspiro y el brasileño pueda volver a la acción pronto, tal vez con más tango y menos toreo.
Por ahora, el espectáculo de Antony contra el Getafe llega a su intermedio, dejando en el aire la expectativa de si conseguirá una nueva presentación frente a la UD Las Palmas. Mientras, del lado blanco, Ancelotti respira con alivio, seguro de que su defensa no tendrá que ensayar pasos de baile frente al inesperado coreógrafo brasileño este fin de semana.