El club busca centrales en su cantera, no en Acapulco…

En un giro de acontecimientos digno de telenovela, el Real Madrid ha dejado claro que no está interesado en fichar a Virgil Van Dijk, el central neerlandés del Liverpool. Parece ser que en Valdebebas han decidido que este verano toca jugar al Monopoly, y prefieren coger una tarjeta de “Quedas libre de rumores” antes que caer en la casilla de “Compre otro central”.

La historia comenzó un cálido noviembre, cuando unos rumores empezaron a surfear por los medios: «¡Van Dijk va al Madrid!», clamaban. Sin embargo, desde el club blanco lo negaron con más energía que CR7 celebrando uno de sus goles de otro planeta. «¡Va a ser que no!», dijeron desde Madrid. Por enésima vez, los representantes de jugadores parecían estar jugando al ajedrez, mientras todos nosotros intentamos seguir su complicada partida.

No es la primera vez que el Madrid juega a este despiste deportivo. Hace un tiempo, los rumores de fichajes salieron a jugar con Kimmich, del Bayern, y aunque era un jugador apreciado, se quedó en eso… pura apreciación. Y es que en el Madrid tienen más contemplaciones que un árbitro con las tarjetas rojas.

Cuando le preguntan a Van Dijk si fichará por el Madrid, seguramente su respuesta sea una mezcla entre un “No comment” y un “Mejor me concentro en el Liverpool, gracias”. Tal vez es que a él le gustan más los Beatles que el flamenco madrileño.

Y es que el mercado de jugadores es como una película de suspense, llena de intriga y negociaciones. Muchos futbolistas manejan sus contratos como si fueran expertos en derecho internacional, dejando caer rumores justo cuando necesitan un pequeño… o enorme, aumento de sueldo.

Historias parecidas hemos visto con Davies y otros jugadores. Los rumores son como los mosquitos del verano, siempre vuelven. Al parecer, hace un tiempo el club blanco decidió que lo de Davies era más difícil de predecir que un episodio de Juego de Tronos, así que paso olímpicamente de la negociación. Resultó que el Bayern se picó más que un ajedrecista tras una partida perdida.

De vuelta al caso Van Dijk, entre Asencio, jóvenes canteranos y las esperanzas puestas en Martincito, parece que el Real Madrid opta por una política de “lo que suba, sube”. Y mientras esperan que Alaba y Militao vuelvan como nuevos, en el Madrid siguen pensando que no es el mejor momento para gastar una millonada en otro defensa. A menos, claro, que venga con un balón de oro bajo el brazo. ¡Así son en el Bernabéu!