¡Alaba regresa cual héroe perdido! …
En la galaxia madridista, todos sabemos que la defensa está tan agujereada como un queso suizo. Con Carvajal y Militao tomándose unas vacaciones forzosas por largo tiempo, se nos fue la mitad de esa defensa épica que levantó la Decimocuarta. Pero, amigo lector, en vez de llorar en la esquina del bar, ¡miremos el vaso medio lleno! David Alaba ha vuelto como quien encuentra un billete de 50 euros en un viejo abrigo. Con Mendy parcheado y listo para la acción, Valverde jugando al juego de las sillas donde siempre encuentra un lugar, y Tchouaméni sacrificándose como cada buen hermano hacer, Ancelotti tiene más opciones que un buffet libre.
Alaba regresa para dar una mano en esa defensa que Rüdiger ha defendido como Hulk, pero que ya pide tiempo de descanso. Además, el joven Asencio está demostrando que no es solo un parche, sino un pedazo de central capaz de darle un sustico al rival.
Valverde, por su parte, se ha estrenado como lateral derecho, porque el City puede que haya encajado su zancada casi como si fuese de videojuego. Lucas Vázquez, agárrate, que esto va a estar movidito con un Valverde con ganas de correr como si no hubiese mañana.
Por el lado izquierdo, Mendy ha vuelto a robarle el show a Fran García. Con muchas ganas de atacar, el joven canterano está viendo cómo el incansable Mendy es el elegido para las tardes de fútbol donde se sufre más que ver a tu equipo fallar un penal. Vamos, que en partidos donde la defensa se convierte en un cuartel, Mendy es el general perfecto.
Y en el ataque, mientras la banda toca afinada, Ancelotti se enfrenta al reto de cubrir las vacaciones forzosas de Bellingham gracias a una suspensión. Brahim Díaz es el candidato más sonado, aunque Modric está por ahí también, dispuesto como aquel amigo que siempre está listo para salir de fiesta.
Así que sí, amigos y amigas, Ancelotti parece que finalmente ha encontrado las piezas para resolver su rompecabezas galáctico. Las estrellas se están alineando y, tras una temporada de tantas penurias, todo indica que el mister italiano tiene un espejo que, por fin, le refleja una sonrisa merecida. ¡A seguir soñando, madridistas!