No hay quien frene a Modric, ni a sus piernas…

Luka Modric, el hombre que desafía el paso del tiempo con la misma gracia con la que esquiva rivales en el campo, ha salido ovacionado una vez más del Bernabéu. Al parecer, no es la novedad del siglo, ¡pero qué se le va a hacer! Su último golazo ante el Girona, con una volea que dejó a todos boquiabiertos, fue la chispa que encendió el partido. Ojo, que con 39 años Luka se marcó su victoria número 381 en su partido 574 vestido de blanco.
Aunque a veces parece más una leyenda que una persona, Modric sigue convencido de que tiene fútbol, piernas y cabeza para seguir en el Real Madrid hasta 2026, año en el que se celebrará el próximo Mundial. Sí, lo has oído bien, ¡quiere seguir regalándonos magia durante al menos otra temporada más!
Nuestro amigo Luka, que ya está curtido en mil batallas en Mundiales pasados, está completamente seguro de que puede agregar una nueva aventura a su hoja de vida madridista. Y para que no quede duda, señala que podría haber jugado todavía más minutos esta temporada, pero, ya sabes, Ancelotti tiene muchas piezas en este puzle. Está seguro de que, con un poco de presión, puede hacer que tito Carletto cambie de planes.
El Real Madrid, en su estilo clásico, parece que va a esperar hasta que los tulipanes estén en flor para decidir si Modric se queda o no. Hasta entonces, no moverán ni un solo peón en el tablero de las renovaciones. Pero hay que decir que, si le ofrecen un año más, probablemente Luka saltará de alegría porque eso encaja perfectamente con su trayecto hacia el Mundial. ¿El dinero? Bah, un mero detalle en esta ecuación.
Por ahora, el croata mira hacia Múnich y sueña con ganar su séptima Copa de Europa. Mientras tanto, Croacia tiene que pasar algunas pruebas, como enfrentarse a Francia en la Liga de las Naciones, para aclarar su camino hacia el Mundial de 2026. Dependiendo de cómo les vaya, tendrán la oportunidad de enfrentarse a Ucrania, Islandia y Azerbaiyán, o republicanos checos, montenegrinos, y quien más se cruce en su camino. ¿Conseguirá Luka llegar al próximo Mundial de blanco? ¡El tiempo lo dirá, pero su sonrisa traviesa parece dar una pista!