El brasileño convierte la Copa en fiesta…

Cuando el Rey Ancelotti pronuncia, Endrick actúa. «Marcará goles cuando haga falta», decía Carlo en el día de Reyes, y bueno, al parecer Endrick decidió que para qué esperar si podían caer ahora. Al brasileño se le vio desesperado buscando el gol en un partido que parecía un buffet libre de tantos. En un campo complicado, un 0-1 suena como música celestial al anunciar que la vuelta es en casa. «Vamos a por la Copa porque sí, porque queremos completar la colección», bromeó Endrick tras el partido.

Este joven brasileño no ha encontrado aún su foto en la pared del vestuario, pero ¡ay de quien le subestime en la Copa! La única pelota que olió, la mandó a la red con un simple guiño de Jude Bellingham, dejando a Remiro pensando si debería haber llamado a una amigo portero. «Inicié pasando a Vini, luego Jude me vio libre, y yo simplemente puse el balón dentro. ¡Bingo! Me encanta marcar, sumo para el equipo y me lo paso bomba», expresó Endrick, recordando un poco su gol.

Con cuatro dianas ya en la Copa, el brasileño se toma esto de meter goles tan en serio como quien encuentra un billete de 50 euros en el sofá. Dos al Celta, salvando un partido más escabroso que un cucharón de brócoli, y otro en Leganés poniendo moral cuando el empate empezaba a oler a queso rancio. En la lista de máximos goleadores le acompañan ahora Ferran, Jaime Mata, Luis Suárez (sí, el de Almería, tranquilos) y Andrés Barrera (Barbastro), mientras que Julián Álvarez sigue invicto con cinco.

Endrick suma ya seis goles en 25 partidos, que no está mal para alguien en constante revisión por Carlo «el profesor». «No será Vinicius ni Rodrygo, pero ya sabemos que gusta vestirse de héroe cuando menos te lo esperas», zanjó Don Carlo.

Minuto 51 y ¡zas!, otro momentazo de Endrick para los chistes de vestuario. Espléndido pase de Vini, desmarque perfecto del brasileño, control y… ¡pelotazo! La pelota baila con el larguero y vuelve a la pista casi deslumbrada. «Lo he vivido después en vídeo y me enfadé un poquito, pero esto es lo mío: fallar, corregir y luego inflar las redes», comentó un autocrítico Endrick, que ya recalcula sus goles con una calculadora mágica.

Y así, nuestro pequeño mago brasileño continúa su tour de magia por la Copa, esperando ganar más que aplausos antes de que se baje el telón.