Cuando los árbitros necesitan bolas de cristal …

En un episodio más digno de una serie de fantasía que de un partido de fútbol, la jueza única del Comité de Competición ha decidido que tiene habilidades psíquicas. El último afortunado en beneficiarse de su nuevo don es Antony, el jugador del Real Betis, quien vio cómo su tarjeta roja se evaporaba como por arte de magia tras un incidente en el Coliseum ante el Getafe.

Resulta que el Comité ha desestimado la expulsión, ignorando la regla 12 que se estableció hace dos décadas para eliminar la intencionalidad de las entradas peligrosas. Nuestro querido Eduardo Iturralde González está que no se lo cree y ha dicho que «la jueza única ha jugado a ser Dios». Oye, eso es genial si puedes usarlos para decidir el resultado de los partidos, ¿no?

El Comité justificó su decisión diciendo que, según los vídeos, Antony estaba 100% concentrado en esa pelota como un niño con su juguete nuevo el día de Navidad, sin intención de golpear a ningún jugador del Getafe. Lo irónico es que, al final, el balón jugó al escondite y nunca fue interceptado por Antony.

Eduardo Iturralde no se mordió la lengua durante su aparición en ‘El Larguero’ de la Cadena SER, diciendo: «Que me explique a mí cómo se ha metido la jueza única en la cabeza de Antony». ¡Vaya, si tiene ese poder debería probar suerte en una tienda de adivinación!

Parece ser que en España las reglas están escritas con tinta mágica y se borran y se escriben a gusto del lector. Esto ha dejado a los árbitros entre la espada y la pared, preguntándose si ahora necesitarán algo más que un silbato para arbitrar: quizás el don de la clarividencia también.

Y así es como queda demostrado que en el fútbol no solo se juega con los pies… a veces también se necesita un poquito de magia y algo de buena suerte. ¡Quién sabe, tal vez la próxima vez la jueza única vea que Bale nunca quiso hacer ese golazo de chilena!

Mientras tanto, en el reglamento siguen las definiciones sobre faltas imprudentes, temerarias y aquellas que hacen uso de fuerza excesiva. Pero claro, todo eso sobra si puedes mirar directamente al alma de un jugador. ¿No crees?

Aquí está esperando nuestro próximo capítulo en el mundo del fútbol mágico donde los árbitros quizás necesiten nuevos cursos de adivinación antes de pisar la cancha. Mientras tanto, todos los ojos están puestos en el próximo partido de Antony contra el Real Madrid. ¿Tendrá algún nuevo truco bajo la manga? ¡Estén atentos!