El brasileño se cuelga los galones…

Vinicius Jr ha logrado lo que todos soñamos: ser capitán del Real Madrid antes de llegar a los 25 y sin haber pedido permiso. El pasado 26 de febrero, en un partido que bien podría llamarse ‘Drama en la Copa del Rey’, Vini, como lo llaman sus amigos, llevó el brazalete con la misma soltura con la que él dribla a los rivales. ¿Y quién iba a decir que después de solo 298 partidos con ese club iba a darle por querer llevar el brazalete?

Apenas aterrizó en Madrid en 2018, y ahora ya lleva dos Champions y un brazalete que parece que lo eligió a él en lugar de al revés. Para Vinicius, era como si el universo le estuviera pegando un ‘¡toma ya!’: “Es algo muy especial poder jugar tanto tiempo aquí”, dijo en un video que seguro estuvo lleno de emojis de emoción y hasta un poco de glitter. «Ya quiero los 400 y los 500 partidos», agregó, como quien se pone ambicios@.

Sin embargo, Vinicius ahora comparte el club de los ‘capitanes adelantados’ con algunos nombres del pasado que todavía causan sonrisas y anécdotas en Chamartín. Ahí está José María Castell, el niño-prodigio del 1914, quien gracias a su ingenio le hizo un high-five al fútbol y la arquitectura, todo antes de que se inventara el selfie.

Y qué decir de José Giralt, o ‘Patache’ para los amigos, cuya capitanía en 1902 hizo que todos se preguntaran: «¿Pero Cuba no estaba un poco lejos?». Federico Revuelto, que como buen delantero en 1908, seguramente anotaba sin pretextos, mantuvo la tradición de que el brazalete no distingue fronteras.

No nos olvidemos del grandioso Santiago Bernabéu, quien antes de convertirse en el jefe del cotarro, ya lucía su orgullo blanco con solo 21 y una melena digna de las mejores leyendas. Y Perico Escobal, que jugaba con la bravura que inspira la tierra de La Rioja, antes de llevar su talento a los Juegos Olímpicos.

Por último, Raúl González fue la personificación misma de un ‘capitán vintage’, encargado de lucir el atuendo de líder a la edad en la que muchos empezamos a preocuparnos por las primeras canas.

Y ahora en plena ‘semifinales de Copa’, Vini se suma al clan de los capitanes que dijeron «soy joven, ¡pero traigo escuela!», dejando en claro que con él, el Real Madrid tiene futuro garantizado para largo rato. ¡Quién sabe si un día de estos no se le pasa y se presenta a presidir al club!