La peculiar forma atlética de recordar a Javier Dorado…
En el Santiago Bernabéu, mientras el ambiente intentaba ser tan solemne como un letrero de «Silencio, por favor», un minuto en honor al gran Javier Dorado se fue trasformando rápidamente en un concierto desafinado. Como si de un ensayo de coro se tratara, un sector del Atlético decidió que este era el momento perfecto para improvisar insultos al reconocido eterno rival. La ovación general, sin embargo, logró acallar su ruido.
Los jugadores, en formación sobre el verde como si fuera la foto de fin de curso, tributaron a Javier Dorado, quien, al bien estilo de una de esas películas épicas donde todos se les pone la piel de gallina, se ganó el respeto de todos. Hasta el mismísimo Cholo Simeone se sumó al aplauso, demostrando que a veces se olvida de gritar y manda señales con las manos.
Mientras cerca de 4.000 seguidores colchoneros hacían sentir su ruido en el Bernabéu, los cánticos de «illa, illa, illa, Juanito hecho papilla» hicieron una reaparición poco deseada. Como si de un desfile retro se tratara, algunos hicieron su gran entrada exhibiendo gestos más propios de películas de espías de los años 40 que de una armoniosa visita al fútbol. ¡Toda una lección inolvidable!