El extraordinario cambio de Camavinga por Modric…
¡Ay, Camavinga, el ladrón de balones atrapado en un escaparate! Durante el partido crucial de Champions en el Bernabéu, nuestro joven héroe acabó protagonizando un desconcertante episodio de «camavinguites» aguda, en el que un duelo aparentemente trivial con Julián Álvarez acabó escribiendo su nombre en el acta del gol rojiblanco. Si Ancelotti tuviera un club de fans, Modric se llevaría ahora todos los autógrafos, ya que tuvo que rescatar al equipo del oscuro teatro que se convirtió en el primer acto de la obra.
Ancelotti, convertido en un mago del balón, decidió sacar su varita táctico-italiana y conjurar a Luka Modric para proporcionar a sus jugadores del Real Madrid el sortilegio del control. Este cambio pronto se demostró efectivo para desviar las ventoleras del Atleti lejos de la portería de Courtois. ¡Menuda movida! Con el polifacético Tchouaméni contando cada uno de sus pasos para evitar tropezones, Camavinga intentó con poco éxito encontrar el ritmo y la melodía entre los delanteros.
Las aventuras de Camavinga en esta temporada podrían escribirse en un diario de desventuras. Entre entrenamientos convertidos en teatro de gestos torpes y lesiones que le han proporcionado un carnet vitalicio al club de la camilla, parece que el centrocampista no encuentra su compás. Todos queríamos que ésta fuera su gran aventura en la Copa, pero el martes solo pudo sumergirse en un guion que parece sacado de una telenovela dramática. En el próximo episodio, esperamos que encuentre en la próxima cita una mejor melodía que le resguarde del túnel del tiempo deportivo.