Rüdiger al rescate: Endrick se queda con las ganas…
En un giro inesperado y lleno de suspense, Antonio Rüdiger volvió a ser la estrella del Real Madrid al ejecutar el penalti decisivo que aseguraría su pase a los cuartos de la Champions. Mientras el público masticaba sus uñas, y el Manchester City contaba ovejitas, el alemán se preparaba para el gran disparo contra Oblak. Sin embargo, el plan maestro de Ancelotti incluía a otra joven promesa… y algo más.
En Movistar, Ancelotti reveló con una sonrisa pícara que Endrick era el elegido para el último tiro. Pero, resulta que la «cara de quiero pero no quiero» del joven brasileño convenció al técnico de optar por alguien «más frío que un iceberg» para la ocasión. Así que Rüdiger, con la calma de quien se echa una siesta, tomó el relevo y el balón lo celebró entrando en la red.
Antes del partido, Ancelotti hablaba sobre la importancia de la mente sobre la técnica en los penaltis. Y aunque Endrick no levantó la mano, su expresión de «mejor, otro día» fue suficiente para que Ancelotti valore el poder visual en su plantilla de opciones. Al final, Rüdiger se llevó la gloria, y Endrick, bueno, dejó su cara de susto para otro partido.