Penaltis, suspense y la novela merengue-colchonera…
El Real Madrid y el Atlético de Madrid protagonizaron un partido digno de guion de telenovela, con una eliminación que requirió la habitual tanda de penaltis dramática. Como si fuese una película de espías, Carlo Ancelotti ya había advertido que este desenlace dependería de detalles, una pista que todos seguimos con la esperanza de una revelación anticipada. Conor Gallagher puso al Atlético en ventaja a los 25 segundos, como si quisieran ser los héroes de la historia y no los sufridos villanos que suelen ser en esta historia.
A medida que el partido avanzaba, el prometedor prólogo se convirtió en un tranquilo capítulo en el que ambos equipos se miraban como si jugaran al escondite. Vinicius tuvo su momento de protagonista, enviando el balón más allá del Santiago Bernabéu… bueno, al menos hasta el tejado. Cuando llegamos a la prórroga, el destino ya sabía a quién quería como ganador: la diosa Fortuna estaba vestida de blanco esta vez.
Después del final, el analista Jorge Valdano comentó como si de un narrador se tratara: «El guionista ya no sabe qué más inventar para que el Madrid siga adelante». Y sobre Ancelotti mirando a los jugadores para elegir lanzadores de penaltis: «Esperando el momento de elegir protagonista, al estilo de ‘Elige tu propia aventura’». ¡Más drama imposible!