El surrealismo y la redención se citan en el césped…
Ay, los penaltis, esa ruleta rusa que hace sudar cubos de agua hasta al más templado. En RAC1 lo sabían desde el principio: «Os estáis ilusionando… pero la hostia será peor», decían mientras el Atlético y el Real Madrid se preparaban para desatar el caos en los 11 metros. Los comentarios eran una mezcla de profecía y déjà vu, tomando vida propia mientras Oblak detenía el penalti de Lucas Vázquez como si les hubiese escuchado.
Todo se volvió un tanto cómico cuando el VAR decidió que Julián Álvarez había jugado al fútbol-gimnasia tocando el balón con ambos pies y dejó al Riyadh Air Metropolitano en un estado de «¿qué narices pasa?». Mientras el Real Madrid se frotaba las manos y saboreaba el pase a cuartos, en RAC1 se sentía el eco de «Redención» resonar más fuerte que un abucheo en plena tanda.
Marcos Llorente se unió a la fiesta de los penales surrealistas al estrellar su tiro en el palo, dejando a Rüdiger la oportunidad de ser el héroe del día. Y sí señores, Rüdiger marcó… a pesar de que Oblak se sacó una entrada de cine para abanicarse. Con el gol que clasificó al Madrid, en RAC1 no sabían si reír o llorar. Es que, amigos, cuando los penaltis están de fiesta, todo es posible.