El derbi que terminó como película de acción…

En Madrid, todavía se oyen tambores de guerra tras el derbi europeo más movidito que una fiesta de cumpleaños de niños. El Real Madrid se llevó el duelo en una tanda de penaltis de esas que te alegran el día si estás del lado blanco o te hacen pensar en cambiar de deporte si vistes de rojiblanco. Todo gracias al gol anulado al pobre de Julián Álvarez, que no tuvo su mejor día al resbalar y tocar el balón dos veces. El árbitro polaco Szymon Marciniak, con ayuda del VAR, decidió que ese gol, no, no y no al marcador.

La escena estaba más caliente que un té en pleno verano. El siempre tranquilo Diego Pablo Simeone parecía estar en una película de acción al salir gritando de la sala de prensa, preguntando cuál pie de apoyo golpeó el balón. Un drama digno de telenovela, que ya está en boca de todos y hasta aparece en los programas de televisión.

Nacho Abad, galán y presentador de ‘En boca de todos’, se puso serio y lanza dardos al aire en su programa. Afirma que el derbi fue «un partido a cara de perro con final insólito». En un arranque, sugirió al árbitro que «por dios, hay que ponerse unas gafitas». Al parecer, la pasión futbolera no entiende de sutilezas, y el partido terminó cual barbacoa en el infierno: caliente y ardiendo.