Un final de partido con más emoción que un culebrón…
El Real Madrid se llevó la victoria y avanzó a los cuartos de final de la Champions League en una noche digna de guion de Hollywood. Tras una tanda de penaltis que tuvo a todos en el Metropolitano con los pelos de punta, los jugadores del Madrid celebraron como si hubieran ganado la lotería. La alegría era tal que les tomó un buen rato abandonar el campo.
Sin embargo, no todo fueron aplausos y selfies. Un pequeño grupo de aficionados colchoneros despidió a los jugadores blancos con una orquesta de abucheos y quizás alguna que otra flor, pero de las que pican. Aun así, quedó espacio para momentos entrañables. Raúl Asencio, el central español, decidió saltarse el guion de la película y dio un emotivo abrazo a Pablo Barrios, que estaba más afectado que un niño sin WiFi.
Este gesto de Asencio ha demostrado que el fútbol no solo es tacos y tarjetas amarillas, sino también abrazos y pañuelos para las lágrimas. Un final de partido más digno de un reality show que de un campo de fútbol, pero el deporte rey siempre nos da más historias que contar.