Entre cánticos desafinados y un hijo con mucho arte…

En una jugada que ni el mismísimo Sergio Ramos podría haber imaginado, el hijo de Juanito ha sacado la libreta y se ha anotado un tanto de esos que quedan en la historia. Tras un episodio más bochornoso que una novela de tercera categoría, donde los aficionados del Atlético hicieron gala de sus peores dotes musicales en el partido de ida de la Champions en el Bernabéu, el hijo de Juanito se ha acordado de todos ellos. «¡Un abrazo a los desafinados que tienen la memoria más corta que sus habilidades para cantar!», escribió en una red social que ya nadie llama Twitter.

Todo sucedió durante un minuto de silencio que parecía más ruidoso que un adolescente con altavoces nuevos. Mientras se guardaba respeto por Javier Dorado, un grupo decidió romper el himno del silencio con frases menos poéticas que un mal día. «¿Desafinar con estilo? No gracias», debieron pensar los seguidores del Real Madrid, que aplaudieron más fuerte que una ovación en San Isidro.

Pero el hijo de Juanito, con un arte que ni Camarón, no fue el único que reaccionó. José Antonio Dorado, hermano del homenajeado, también decidió ponerse filosófico: «Padre, perdónalos, tal vez deberían dedicarse a las charlas silenciosas de monjes», sentenció con una serenidad digna de Confucio.