El maestro del Real Madrid y sus dilemas geniales…

Carlo Ancelotti ha vuelto a la palestra de las ruedas de prensa, armado con sus ya famosos encantos y su dosis diaria de confusión con el calendario. En esta ocasión le tocó analizar el choque contra el Villarreal y, de paso, recordar la coreografía polémica de Julián Álvarez desde el punto de penalti. «¿Cambiaría la norma? No tengo ni idea, yo solo he venido a hablar del partido», podría haber sido su lema.

El entrenador italiano, con una paciencia digna de un santo, sacó su bola de cristal e intentó predecir el destino de sus jugadores, que siguen en modo zombi por culpa del maratón de partidos. «Me encantaría jugar al parchís, pero tengo calendario hasta en el café», bromeó. La salud de sus muchachos le quita el sueño, pero al menos podrá contar con Vinicius, el incansable, aunque lleve ojeras más largas que la Gran Vía.

Ancelotti también aprovechó para hacer un guiño a Marco Asensio por su reciente convocatoria. «¡Fiesta y palmas! Se lo ha ganado». Al mirar al futuro, el estratega sabe que tendrán que sacar las castañas del fuego con ingenio ante el Villarreal. Al fin y al cabo, ¡la sobriedad es solo una opción entre mil maneras de ganar!