El exguardameta se prepara para nuevos retos fuera del arco…

Sergio Asenjo, ya en sus serenos 35 años, ha dicho adiós al césped y se adentra en el mundo menos glamuroso de la crianza de sus hijas y las prácticas con niños que corren en zigzag. Tras meses de contemplación con las ofertas de clubes (y seguramente de algún circo con clases de recuperación exprés), decidió que la familia era más importante que arriesgarse otra vez a ser un Transformer goleador. Así que, cerró su círculo implacable con una mudanza a Madrid y una renovada pasión por entrenar a futuros campeones.

Haciendo malabarismos con su licencia UEFA B, Asenjo ahora reside más en el área técnica que en esos postes que solían ser su hogar. Atribuye su nueva brújula a los entrenamientos con La Concepción -un nombre que invita a pensar en madres riendo y ollas de sopa, más que en porteros estirándose al sol. Lo que sí es cierto es que su amor incansable por el juego sigue intacto, aunque ahora se mida en lecciones prácticas y consejos paternales.

Recordando sus días de Villa-realismo, no podemos olvidar que también tuvo sus roces con gigantes como Iker Casillas, dejando claro que ser joven no era una excusa para no volverse un muro impenetrable. ¡Alerta entrenadores, este portero sabe moverse en su nueva área!