Celebridades deportivas y premios en la alfombra verde…
Valladolid, conocida por su amor al deporte y el lechazo, volvió a ser el epicentro de la XLIV Gala Nacional del Deporte. La ciudad, que una vez más demostró que puede organizar fiestas de alto calibre, ahorró los torreznos para otra ocasión y desplegó la alfombra verde en vez de la roja. ¡A los vallisoletanos les gusta ser diferentes! La Asociación Española de la Prensa Deportiva tiró la casa por la ventana y qué mejor manera de hacerlo que en el majestuoso Teatro Calderón.
Manzanas al aire y flashes de cámaras iluminaron la Calle de las Angustias, mientras los fans esperaban a sus héroes olímpicos y paralímpicos. El luchador estrella Ilia Topuria, a quien ningún premio se le resiste, fue el primero en subir al escenario y saludar como quien ve a los amigos en la barra del bar. Los galardonados de la noche incluyeron campeones de waterpolo que ya han dominado el arte de tirar al agua sin hacer olas.
Entre aplausos y unas cuantas ovaciones, Saúl Craviotto y Teresa Perales recibieron su honra bien merecida, acumulando medallas como si se tratara de coleccionar cromos. Sin olvidar, claro, al vencedor local Eusebio Sacristán, porque ¡quién dijo que no hay cariño como el de casa!