La odisea del número 8…
Fede Valverde, el uruguayo con alma de coleccionista de camisetas, atesora ahora el mítico dorsal 8 del Real Madrid. Si por él fuera, lo habría colgado junto al techo del Santiago Bernabéu, como si estuviera en una versión alternativa del Museo del Prado, ¡donde la Mona Lisa juega de centrocampista! Y todo porque el dueño anterior no era un cualquiera, sino el mismísimo Toni Kroos, el alemán que maneja pases como un mago su varita.
En una entrevista más sentimental que el final de una telenovela, Valverde confesó que casi necesita un máster en decisiones difíciles para aceptar el número 8. Según él, vivir con ese número es como llevar una capa de superhéroe, pero con una habilidad especial para olvidar los dolores de piernas mientras el mágico himno de la Champions envuelve sus oídos. Vamos, que si le pinchan, lo mismo en vez de sangre, salen notas musicales o el grito de un aficionado apasionado.
Respecto a la Champions, Valverde sueña con añadir más títulos a su colección, como si fueran cromos en su álbum de glorias personales. Aunque admite que la primera victoria es la receta secreta de la abuela que nunca se olvida, sigue con el hambre de un león en el zoo a la hora del almuerzo. ¡Este Madrid nunca está lleno, siempre quieren más postres en forma de trofeos sabrosos!