Gallina Ancelotti y sus huevos revueltos…

Ah, Carletto, en el país donde el té se sirve con cigarrillos y paraguas, permitidme que os ilumine con un refrán que hace temblar el capuccino: ‘Gallina che canta, ha fatto l’huovo.’ O lo que es lo mismo, si cantas, pones huevo. Parece que en el Madrid las gallinas no solo cantan, sino que organizan un karaoke cada vez que Hugo Duro se cruza con el balón. No habrán pasado ni 72 horas desde que ese caballero dejó a los merengues buscando su varita mágica, pero eso sí, las excusas han fluido más rápido que el Támesis bajo el London Eye.

Nuestro querido Real Madrid parece el plató de un reality show: ¡Todos contra Carletto! Ancelotti, el director artístico de este espectáculo, es acusado de pintar el Cézanne menos armonioso de la historia del fútbol. Pero esperad, que detrás está Florentino Pérez, el mecenas con más arte que el Louvre, suspirando: «¿Y mis fichajes, eh?». ¡Que levante la mano el jugador que no tenga la culpa! Vinicius sigue acertando menos penaltis que un dardo lanzado al revés. ¿Cederá Courtois como un flan belga en el calor de Emirates? ¡Aún estamos preguntándonos si el Madrid ha firmado con la marca de ‘vamos-a-ver-qué-se-hace’.

Todo se resume en el nuevo Coliseo romano, o Emirates, o como queráis llamarlo. El Arsenal, más sólido que el café de una máquina vieja, espera con impaciencia para completar el álbum de derrotas blancas. ¿Será esto un viaje al futuro? La máquina del tiempo nos lleva a 2023, y no precisamente para bien. Con un ‘hasta el rabo todo es toro’, Ancelotti y sus vaquillas se preparan para salir al ruedo. Y así seguimos, buscando respuestas en este Madrid que a veces tiene más pliegues que una tortilla mal doblada.