El día que Rice desafió las leyes del universo balompédico…
¡Detengan las rotativas! Declan Rice, sí, el mismo que no metía un gol de falta ni en los videojuegos, dejó boquiabierto al planeta en un duelo de esos que contaremos a nuestros nietos. El mediocentro del Arsenal decidió que la portería del Real Madrid era una diana de feria y la apuntó cual rey del carnaval para clavar dos faltas memorables. Si este fuera un cómic, Rice tendría capa y antifaz.
Antes de este espectáculo, el muchacho había intentado diez veces la magia del tiro libre y había acertado las mismas ocasiones que yo acertando a la diana en el carnaval: cero patatero. Pero, en una noche de Champions que parecía salida de un guion de Hollywood, Rice se calzó las botas y metió dos goles de falta que hicieron que más de un madridista se cuestionara sus decisiones de vida.
El primero lo firmó al minuto 58, con un giro tan inesperado como la trama de una telenovela. Entró por la escuadra, dejando al público con los ojos como platos. El segundo, al rematar el marcador al minuto 70 con una jugada preparada que convirtió a Courtois en un extra en su propia película. ¿Será acaso Rice un nuevo hechicero del balón? Al menos, esta noche en la Champions, ¡lo fue!