¡Un gol histórico en medio de un lío galáctico!…

Amigos del balón giratorio, acudid todos al Mendizorroza ¡pero traed calculadora y brújula! Durante 43 años, desde 1955 hasta que los VHS aún aguantaban bien las cintas en 1998, el Real Madrid no se dejó ver por esos lares en liga. Era como si el campo tuviera un hechizo antimadridista. La última vez que asomaron, en los tiempos cuando los dinosaurios todavía pensaban si extinguirse o no, ganaron 1-3 al Alavés con un tanto de Heliodoro Castaño, quien marcó su primer gol sin que se le despegaran las medias. Bastante épico, considerando que el hombre llevaba jugando 17 encuentros sin darle al objetivo.

El fútbol es como una película de espías, y Heliodoro fue el James Bond de su tiempo. El Barcelona con su villano Samitier al mando, trató de hacerse con este ‘supersónico’ nacido en Marruecos, mientras el Real Madrid movía sus fichas al estilo de una partida de ajedrez bajo presión. Todo por un jugón que con solo 750.000 pesetas de la época, arrasó como Real Madridista rebelde.

Castaño fue el Harry Potter del gol: invisibilizado la mayoría del tiempo, pero despertando su varita al final. Aunque no fue el mago más destacado de Chamartín, tenía sus momentos de gloria, como durante la histórica victoria ante el Partizan el día de Navidad. Sí, señores, ¡ni Santa Claus metió tantos goles en un día tan señalado! Y aunque el resfriado azotó su vestuario, su velocidad supersónica no se detuvo. ¡Todo un héroe del gol! ¿Quién necesita un trineo con tanto talento desbordando botas de fútbol?