Polémica de Campeones en el Alavés-Real Madrid…
¡Atención, mortales amantes del balompié! El partido entre Alavés y Real Madrid resultó más problemático que un pulpo en un garaje. Mbappé, alias ‘el relámpago francés’, fue expulsado con tal contundencia que hasta los marcianos de Marte pararon para husmear su odisea. Si eso no fuera suficiente, el campo de Mendizorroza se convirtió en un karaoke indeseado hacia Raúl Asencio, porque claro, nada dice «bienvenidos» como un montón de insultos incomprensibles. ¡Hasta el mismísimo Maracaná tiembla ante las palabras de Enrique Marqués, que con su «cerraba todos los campos» parece más bien el nuevo sheriff del viejo oeste de los pastos verdes!
Irati Vidal ofrecía soluciones al estilo Jedi, sugiriendo que podríamos irnos de cacería con cámaras de circuito cerrado vigilando a los villanos del odio. Pero la verdadera estrella fue Pablo López, quien nos dio un nuevo término al contar historias de ‘ultras enanas’ y sus escondites secretos, al parecer del tamaño de un banderín de córner. La próxima vez que vayas al estadio, ¡asegúrate de llevar a un experto en desactivación de orugas de bengala por si las moscas!
Y claro, cómo olvidar a Toribio, quien nos hizo soñar con protocolos activados, árbitros con poderes mágicos y panfletos que deberían ser reciclados en un creativo taller de arte. El estadio Mendizorroza se convirtió en el plató de un drama épico, una mezcla de gladiadores y tragedia griega. Mientras tanto, los fans se preguntan si deberían llevar paraguas al estadio y también protector solar, considerando lo calientes que están los debates. Porque si algo está claro, es que estos partidos tienen más giros y vueltas que una montaña rusa en un parque de atracciones.