Marcelo a lo Cristiano y Raúl Bravo el héroe…
¡Amantes del balón y fanáticos del drama! El primer Clásico de leyendas en México no fue un partido, fue una película de acción. El Real Madrid salió victorioso contra el Barça en ese duelo que se define con más nervios que un gato en una perrera. Todo terminó en una cardíaca tanda de penaltis que haría sudar hasta al más sereno. 8-7 fue el resultado final, con Raúl Bravo transformándose en el héroe inesperado. Vamos, ¡que ni en tus sueños más locos, Raúl, te imaginabas así!
El legendario Marcelo decidió que era momento de canalizar a su Cristiano interior y nos regaló un gol de esos que ni en videojuegos te atreves a soñar. Y mientras Lucho Figo y Marcelo sacudían las redes, Puyol y Saviola decían, «No tan rápido, merengues», con goles de bitácora. Al final, la altitud de Toluca alcanzó a más de uno, convirtiendo la segunda mitad en una gincana donde la resistencia era más importante que la habilidad. ¡Que la fuerza de las montañas mexicanas acompañe!
En pleno espectáculo, Figo, conocido por sus aventuras tanto en el césped como en la lengua, se metió en líos con los fanáticos locales. Les mostró la parte más pícaramente portuguesa de su ser, y aunque los abucheos no ayudaron, seguramente les arrancó una sonrisa cómplice. Todo esto en un partido donde, si los penaltis fueran postres, nos habríamos empachado como en una fiesta de cumpleaños de tarta infinita. ¡Bravo, leyendas, han demostrado que los Clásicos nunca envejecen!