El misterio del castigo leve a Mbappé…
En el mundo del fútbol, las sanciones a veces parecen una mala broma y el Barcelona acaba de recibir el chiste del siglo. La entrada de Mbappé a Antonio Blanco era más peligrosa que un niño corriendo con tijeras, pero el Comité de Disciplina ha decidido que un partido de sanción es suficiente. ¿Quién entiende esto? Te podrías romper una pierna y el castigo sería menor que salir en clase sin las obligaciones. Rafa Yuste, el vicepresidente del Barça, está tan indignado que se planteó pedir el VAR hasta para servirle el desayuno.
Sin embargo, en medio de tanta indignación, una espinita de felicidad brota en el corazón culé gracias a su pase a la semifinal de la Champions. Eso sí, jugar contra el Dortmund es como meterse en una olla a presión amarilla donde te sube la temperatura con solo mirar. Esto es un sufrimiento nivel abdominales involuntarios cada vez que el equipo toca el balón, porque sabemos que sobrevivir en ese estadio es más difícil que encontrar una camiseta limpia el lunes por la mañana.
Y en medio de todo esto, Hansi Flick y su equipo parecen los chefs de un restaurante de estrellas Michelin empeñados en ponerle una pizca extra de ambición a cada partido, aunque a veces la receta no salga perfecta. En el Barça, nadie esperaba que un recién llegado pudiera preparar un menú tan exquisito tan pronto. Pero claro, todavía no tienen el trofeo en la mesa, así que mejor no bajemos la guardia hasta que el postre esté servido y podamos celebrar sin escupir el sorbo de champagne por una derrota inesperada.