El jugador que nunca descansa… ¿ni para dormir?…

Fede Valverde es el superhéroe sin capa de Carlo Ancelotti, hasta la palmera del Santiago Bernabéu se cansa de verlo correr. Este hombre juega más que un niño con su nueva consola. Con talento polivalente, puede jugar de lateral, mediocentro o incluso vender palomitas en la grada durante el descanso. Él es como el rey Midas, todo lo que toca lo transforma en oro, o al menos en un gol en el minuto 89.

Nuestro querido Valverde ha alcanzado el asombroso récord de 50 partidos en la temporada, la misma cantidad de croquetas que me como los fines de semana. Detrás de él está el cómico trío de Koundé, Mbappé y Modric, intentando alcanzarlo mientras él sigue añadiendo minutos a su maratón. Y ojo, que incluso en su propia serie de entrevistas, revela que de pequeño se moría de vergüenza. Eso sí, con el récord de minutos que lleva, ni la timidez lo podría detener en su misión de conquistar la galaxia del fútbol.

Valverde se ha perdido más partidos por una gripe de mosquitos que por verdaderas lesiones. Todo lo contrario a Rodrygo, el segundo en la lista, que parece haber nacido para seguir a Valverde como la sombra tras el dichoso conejo de Duracell. La diferencia es que Vinicius está al acecho también, tan cerca que podría atarle los zapatos durante un saque de esquina. El uruguayo ni siquiera se ha perdido las partidas de Uruguay, jugando siempre que Bielsa lo necesita en la clasificación. Si el fútbol fuera una lotería, Valverde tendría todos los boletos.