Del Bernabéu a Hogwarts: Magia fallida…
En un giro digno de los mejores cuentos de la comedia, el Real Madrid resultó eliminado de la Champions League en casa, transformando el ilustre Santiago Bernabéu en un escenario alternativo de Las mil y una noches, pero sin los finales felices. El Arsenal, cual mosquetero inglés, azotó a los merengues con un chachachá táctico digno de un GPS avanzado: 1-2 y adiós a la fiesta. Madrid quedó con más dudas que un examen de física cuántica.
Vinicius y Mbappé lo intentaron todo, desde regates dignos de breakdance hasta escorzos imposibles, sin lograr que el balón bailara hasta el fondo de la red del Arsenal. Mientras tanto, Alaba y sus tarjetas amarillas tempraneras probaban que las tácticas defensivas del Real son tan misteriosas como un ovni en un día nublado. El Arsenal tomó nota y decidió desarmar el muro blanco ladrillo por ladrillo, en un demoledor espectáculo de inteligencia a lo Sherlock Holmes.
El único truco final vino en forma de gol de Vinicius, que llegó tarde, en el minuto 89, un dulce regalo de despedida. Fue poco más que un escapismo chapucero. Aunque Endrick y compañía intentaron cambiar el guion, todo era inútil, porque el tren del Arsenal iba a todo vapor hacia las semifinales. Mientras tanto, el Real Madrid se queda reflexionando sobre cómo convertir el caos en magia para la próxima temporada.