Ancelotti en apuros y Alonso en el radar…

En un giro digno de una telenovela mexicana, el Madrid se encuentra en modo «¿quién es el culpable?», y señalan con el dedo al pobre Carlo Ancelotti. El míster parece más acorralado que un árbitro en derbi caliente, y la afición ya ha sacado la bola de cristal para buscar su reemplazo. ¡Y, oh sorpresa! El nombre de Xabi Alonso brilla como la camiseta de un delantero tras anotar un golazo.

Pero, mientras el Bernabéu arde, Xabi, con más temple que el pantalón de chándal de su homónimo Jedi, declina ser el protagonista del último capítulo de este culebrón futbolero. «¡No es nada!», exclama desde su reino en Bayer Leverkusen, con la serenidad de quien hace yoga frente a un estadio lleno de fanáticos. El vasco tiene la pericia de un piloto de Fórmula 1 esquivando rumores y deja claro que su mente está en terminar la temporada como un cohete en la Bundesliga.

Actualmente a seis puntos del Bayern Múnich, Alonso tiene una misión difícil, pero no imposible, como si intentara meter cinco goles en un partido solo con su simpatía. Su contrato con Leverkusen vence en 2026, así que el Madrid tendrá que esperar o hacer magia para que Alonsito flojee alguna vez. Por el momento, el técnico prefiere pedalear tranquilo en su bicileta alemana antes de cambiarla por un Lamborghini madridista.