Un Txingurri sin puntos pero con estilo propio…
La épica derrota del Athletic Club dejó a Valverde sin recompensa, como cuando te comes una bolsa de pipas vacía. El Txingurri, con la sabiduría de un gurú del balompié, explicó que la clave era aguantar cual equilibrista sobre una cuerda floja. En la primera parte, el Athletic bailó con el fútbol del Real Madrid, pero hacia el final del espectáculo, los enemigos parecían multiplicarse como panes y peces, poniendo en apuros a los leones.
Valverde también comentó la importancia del triple cambio, que fue como intentar ganar una partida de ajedrez con peones. Su idea era estirar el partido como un chicle de fresa, pero los del Real Madrid se lo pusieron complicado, igual que intentar abrir un bote de mermelada con las manos mojadas. Y es que no se puede pelear contra la calidad de Fede Valverde, que suelta disparos como si lanzase bolas de fuego.
Finalmente, el Txingurri se lamenta de la acumulación de partidos como quien se queja por una resaca tras una buena verbena. Critica que el próximo partido es el miércoles en vez del jueves, como si ahorrarse un día fuera pedirle al genio de la lámpara un deseo. A pesar de todo, Valverde termina con un guiño, elogiando a Ancelotti como si hablara de un maestro jedi en el arte de dirigir equipos de fútbol.