El factor sorpresa en el once de Flick…
Hansi Flick, el maestro de los juegos mentales y estratega digno de un tablero de ajedrez en llamas, se enfrenta a un dilema más emocionante que una telenovela en su penúltimo capítulo. Jugando con sus piezas como quien intenta armar un mueble de Ikea sin instrucciones, el técnico alemán decidió descartar a Balde cual comodín de la baraja. Ahora sus ojos centelleantes se posan sobre Dani Olmo y Fermín, los gladiadores dispuestos a pelear por el puesto en la media punta en un combate épico digno del Coliseo.
Olmo tiene la puntería de un arquero olímpico: ha marcado en sus últimos tres partidos, llevando goles a su contador como un niño coleccionando canicas. Las estadísticas están de su lado, pero Flick, en sus noches de desvelo, sueña con partidos interminables y decisiones estratégicas que podrían cambiar el destino del universo ¡o al menos el resultado del partido! Fermín, por su parte, aunque no es el tipo de jugador que llenaría un álbum de cromos con goles, podría ser el anticipo perfecto para ese inesperado giro de guion, porque a veces, el que menos esperas te sorprende con un truco de magia bajo la manga.
Alejandro Balde, la estrella que nunca brilló en esta final, ha sido descartado para la cita más esperada desde el estreno de la nueva película de superhéroes. Flick, tal cual escultor de un once perfecto, ha decidido que Gerard Martín, el sustituto inesperado, tome su lugar. En cualquier caso, con nombres como De Jong, Pedri y el mismísimo Hércules (es decir, Ferran Torres) en el campo, quienes vean el partido tendrán más acción que en una maratón de películas de acción de Hollywood. Así que preparen palomitas, porque este sábado no será un simple partido: será un espectáculo digno del Olimpo futbolístico.