Las aventuras del asturiano en la Copa del Rey…
¡Atención, fanáticos del esférico rodante! El Comité Técnico de Árbitros ha designado a Pablo González Fuertes, el único asturiano con reflejos felinos suficientes para el VAR, como el elegido para la final de Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid. Es su primera vez vigilando con el ojo cibernético desde la sala de video, como si del mismísimo ojo de Sauron se tratara. ¿Podrá resistir la presión de estas titánicas batallas de clubes gigantes?
González Fuertes nació en Gijón, rodeado de montañas, mar y, por supuesto, balones. Desde 2017 merodea los campos de la Primera División como un león en busca de sus tarjetas amarillas, esas que ha sacado 771 veces, como un lanzador de dardos profesional. Su debut en el Espanyol-Leganés fue el inicio de una saga épica con finales siempre sorprendentes. Es un veterano del campo de juego, pues antes de llegar a la cumbre, trabajado en categorías inferiores, como un ninja anónimo perfeccionando su técnica.
El Estadio de la Cartuja verá a Fuertes junto a su compañero de aventuras, Ricardo de Burgos Bengoetxea. Desde la altura de la sala VAR, guiado por el Trofeo Vicente Acebedo que ganó como si fuera un Oscar arbitral, contará más de 200 historias de partido, como si cada encuentro fuera una novela con mucha adrenalina y tarjetas voladoras por doquier. ¿Será esta final su obra maestra o el reality show con más polémica del reino futbolístico?