El regreso más esperado desde el de los Jedi…
El Celta vuelve al Santiago Bernabéu con más ganas de revancha que Darth Vader en sus días buenos. El recuerdo del partido del 16 de enero aún está más fresco en sus mentes que un granizado en pleno verano. En ese entonces, Munuera Montero y su amigo del alma, el VAR, se liaron más que un cable de auriculares en un bolsillo. El penalti no pitado de Lunin a Swedberg fue tan claro que hasta los extraterrestres lo vieron desde Marte, y para colmo, ¡Mbappé marcó un gol! Vamos, un lío de proporciones galácticas.
Y no quedaron ahí las aventuras futbolísticas. Endrick fue de lo más eléctrico y chocó con Starfelt, mientras que Valverde decidió marcar territorio con Moriba de una forma… digamos, demasiado amistosa. Los astros se alinearon para que el Celta empatara un 2-0 y llevar el partido a la prórroga, como quien envía una carta pasada de fecha. Aquel partido dejó más huella que un meteorito, y el Celta busca ahora una dulce venganza en el próximo encuentro.
Será el match del siglo (o al menos del fin de semana) porque el Celta llega con ganas de recuperar su toque europeo, que lleva extraviado en algún rincón del cosmos durante nueve años. Sin embargo, romper la maldición madridista no es tarea fácil, ya que no le han sacado ni una mísera puntillita en los últimos nueve partidos. ¡Ni los Rolling Stones tienen una racha tan larga en el rock! Pero como dicen los siemprefanáticos del balón: la esperanza es lo último que se pierde, ¿o era el último partido de liga? En fin, una jornada de locura nos espera.