Matthäus en Modo Coach y Castigo…

Antonio Rüdiger, el defensor del Madrid que sueña con ser el próximo ninja lanzador de hielo, protagonizó un episodio digno de una película de acción en la final de la Copa del Rey. El árbitro de la noche, Ricardo de Burgos Bengoetxea, escribió en su diario secreto —también conocido como acta del partido— que Rüdiger parecía más loco que un mono con un platillo volador. Por supuesto, Lothar Matthäus, la leyenda de la Bundesliga, no dudó en sacar su micrófono de karaoke para cantar las verdades al central español.

Lothar describió a Rüdiger como un luchador de sumo enloquecido que intentaba invadir el campo a toda velocidad para sumarse a una carrera improvisada de 100 metros de rabia. Los compañeros de Rüdiger, transformados en improvisados guardaespaldas, lograron sujetarlo con más ganas que las vitrinas del Bernabéu a la hora de presumir trofeos. Mientras el hielo volaba, Matthäus comentó en su programa que este acto era digno de una sanción tan grande como un elefante persiguiendo un algodón de azúcar.

Definitivamente, para Rüdiger las emociones fluyen como chocolate caliente en día lluvioso. Aunque pidió disculpas —más tarde que un tren averiado—, está claro que al defensa alemán le vienen cortesías XXL. Matthäus recordó a todos que Rüdiger ya tiene un historial que haría sonrojar a un gato pillado con las patas en el tarro de galletas. Parece que su pasión por el fútbol es tan ardiente que necesita un par de semanas en el ‘gran congelador’ de las sanciones para enfriarse un poco.