¿El heredero de la dinastía del fútbol?…

Davide Ancelotti ha decidido subirse al tren bala del futbol sin haber pisado nunca antes el andén como maquinista principal. Exactamente, se lanza a la piscina de entrenadores debutantes sin flotador, gorro ni unas míseras zapatillas de piscina. Porque, ¿quién necesita experiencia cuando se tiene un apellido que abunda más que el arroz en paella de domingo?

Resulta que el joven Ancelotti, hijo del legendario Carlo, ya tiene preparada la maleta llena de ofertas más jugosas que una hamburguesa triple queso con extra de bacon. Detrás de sus pasos no hay un simple camino… ¡sino una autopista de luces neón hacia los clubes más prestigiosos! Y todo esto gracias a David Villa, quien se ha cambiado las botas de fútbol por un sombrero de representante al más puro estilo del padrino. Cualquier día David nos sorprende llevando bastón y monóculo solo por el dramatismo.

Así pues, el joven Davide está listo para entrar al mundo del banquillo de los mayores. Todos esperamos que su aventura no termine como una tragicomedia donde el balón decide hacer huelga o los jugadores se olvidan de qué deporte están jugando. ¡Las expectativas están a la altura de un saque de portería a nivel de astronauta!