Montjuic: donde los sueños se tuestan al sol…

Atención, terrícolas del fútbol: el Real Madrid y el FC Barcelona están listos para medir fuerzas en la caldera mágica de Montjuic. Como dos caballeros medievales con espadas de algodón dulce, el Madrid quiere devolverle el chasco al Barça, el maestro actual del tiqui-taca y del ahogamiento en alegrías blaugranas. Dicen que el señor Madrid se dio cuenta de que, con un poco de sal y pimienta, puede picar en serio al dragón catalán. ¡Tambores, maracas y pelucas listas para un espectáculo de gala!

Mientras tanto, en el rincón de los augures, nuestro fabuloso Látigo Serrano clama: «El azulgrana va por el triplete, la Liga se va a dormir cuando el Barça se lleve el Clásico», con una confianza que haría sonreír hasta a un gato de Cheshire. Pero cuidado, porque Irati Vidal, la aventurera del micrófono, cree que el Barça quizá tenga el tanque de gasolina medio vacío, pues entre las semifinales contra el Inter y un derbi que huele a traca fallera, podría acabar con alpargatas sobre rodillas cansadas.

Pablo López, por otro lado, es el rey del optimismo para los madrileños, sugiriendo que el Madrid podría convertirse en un tiburón blanco en esta fiesta de fútbol. ¡Tiburón hambriento contra dragón escupefuegos! Y no olvidemos al estratega Miguel Ángel Méndez, dueño de las visiones más cristalinas, quien apunta que si el Barça tropieza en las semifinales de la Champions, las piernas se tambalearán como un flan en el microondas. Mientras el mundo entero detiene sus relojes para presenciar este baile épico, la Casa Blanca ansía una revancha digna de la mejor comedia de enredos sobre el césped.