Barça y Madrid se juegan el orgullo y algo más…

¡Alea jacta est! Esta tarde en Montjuic se libra una batalla titánica que ni los dioses del Olimpo querrían perderse. Un Clásico más y ya van… ¡cual caja de galletas en Navidad, nunca sabes cuántos van a sobrar! El Real Madrid busca un milagro más grande que encontrar sitio libre en el tren al final de las vacaciones. Con la Supercopa de Europa y la Intercontinental en el zurrón, para los de Ancelotti ganar sería como recibir un beso de tornillo de un unicornio.

Pero en la otra esquina del cuadrilátero, ¡el Barça! Convertido en el Rocky Balboa de los equipos, pegando a la Liga con guantazos de «Superpaco». Tras un mazazo en la Champions digno de novela de Tolstói que diría «¿me merezco esto?», los azulgranas buscan cerrar la temporada ganando la Liga. Una buena racha que ya les hizo sacudir al Madrid con el ya legendario 1-5 en la Supercopa de España. Perder la Liga ahora sería más doloroso que una sandía al pie descalzo.

Por otro lado, la Casa Blanca llega como el pobre Xavi al inicio de su carrera de entrenador, cojeando y medio vendada. Sin defensa, con Ancelotti a un pie de la puerta y una esperanza en jugadores más verdes que un guisante en medio de noviembre. Pero no todo es drama: están Mbappé y su marcador de goles que parpadea más que una feria de pueblo. ¡La expectación está en el aire, con muchas más emociones que cualquier episodio de telenovela! La tensión sube en Chamartín como la espuma, mientras los azulgranas afilan los tacos en su intento de asegurar la Liga en casa.