El quinto Clásico y la búsqueda del pastel perfecto…
¡Agarraos los sombreros que vienen curvas! Este domingo nos espera un Clásico como si fuera el quinto capítulo de una serie con más drama que un culebrón venezolano. El Barça, que ya ha convertido su enfrentamiento con el Madrid en un paseíllo por el parque, busca una manita de las buenas en Montjuïc. Los culés van a por todas, cual Indiana Jones a por la Arca Perdida, dejando prácticamente LaLiga firmada como una factura de la luz en invierno.
Hansi Flick se ha pasado medio curso jugando a ser el Picasso del fútbol: ha pintado cuatro victorias contra el Real Madrid que ni el mismísimo Da Vinci con un pincel. El primer brochazo ocurrió bajo el sol de Miami en un amistoso más surrealista que un capítulo de Los Simpsons: Pau Víctor decidió marcar dos goles como quien se come dos croissants en desayuno francés. Desde ahí, cada partido ha acabado con el Barça recogiendo trofeos como quien colecciona cromos de la liga.
Las derrotas del Real Madrid harían llorar hasta a una cebolla, con un debut oficial de Flick en el Bernabéu que acabó 4-0 y fue tan espectacular que muchos pensaron que estaban viendo un tráiler de una nueva película de acción. Desde Arabia hasta Sevilla, el Barça no ha dejado títere con cabeza. Ahora, con la liga en juego, esperan seguir cosiendo su dinastía de victorias cual abuela en una tarde de costura.