Los Culés y su amor por caer en clasicazos…
Desde que la Copa de Europa se convirtió en Champions, a los culés parece que les cayó una maldición al estilo de una tía abuela que siempre trae el mismo regalo aburrido en Navidad. ¡Cinco veces han llegado frente al Madrid tras un descalabro europeo y han salido del Bernabéu más mareados que un trompo en fiesta de cumpleaños!
Todo empezó en 2006. Imagínate a Rijkaard, como un chef cuyo plato estrella acaba de ser quemado en la cocina del Stamford Bridge. Los culés perdieron al estilo «pinchazo del viernes por la noche», y el fin de semana, el Madrid les dio otros dos goles de postre: Raúl y Van Nistelrooy parecían tener más hambre que un oso en primavera.
Pero esperad, que también pasó con Xavi el año pasado. Barcelona llegó con una moral tan alta que uno pensaría que estaban soñando con autopistas directas a las semifinales. Pero el PSG les dio un jarabe de realidad, tipo «Ups, se te cayó la comida al suelo». Añádele la expulsión de Araujo, y el Madrid se encargó del resto frotándose las manos. ¡Vaya racha, culés! Parece que el Clásico post-Champions es la serie favorita de Netflix.