El central que sobrevivió a dos días de terror…
En un mundo donde los centrales del Real Madrid son más difíciles de encontrar que un billete de 500 euros en el suelo, Raúl Asencio ha llegado para hacer lo imposible. Este chaval no solo ha bailado sobre el fino alambre de la enfermedad para hacerse un hueco en el equipo, sino que ha convertido la adversidad en su mejor aliada. Su increíble historia podría hacer llorar hasta a un saco de cebollas, ya que en solo dos días se enfrentó al estómago más rebelde de la liga, parecido a jugar con balones rellenos de dinamita.
Imagínate, el pobre Raúl se ata las botas con la misma determinación con la que Indiana Jones se mete en cuevas llenas de trampas. Tras sobrevivir a un torbellino digestivo digno de un volcán en erupción, salta al césped y consigue aguantar 67 minutos. Ese tiempo, para cualquier mortal, equivaldría a correr una maratón mientras persigues a tu perro por la calle. Pero, para Asencio, no fue solo un partido, sino una epopeya digna de escribirse con letras de oro.
Con la defensa del Madrid más desmembrada que un puzle de mil piezas, Raúl liderará al equipo en un Clásico más agitado que las rebajas en Navidad. Olvidando todos los piques y disputas con más saña que una película de acción de los 80, el central se prepara para hacer lo que nadie pudo: liderar una defensa sin bustos titulares. El Bernabéu espera que este joven salga al campo dando un espectáculo que haría sonreír hasta al mismísimo Quijote.