¡Atacan mucho pero meten poco!…
Ah, lo que pudo haber sido y no fue. A los tres minutos, cual película de acción explosiva, Endrick casi hace estallar de alegría al Bernabéu. Pero, amigos, parece que el destino decidió que todavía no era el momento de convertir el estadio en una verbena anticipada. ¿El culpable? Un tal Leo Román, que decidió ponerse los guantes de superhéroe y detener casi todo lo que le enviaban, como si fuera el mismísimo David Copperfield del fútbol.
Ocho minutos después del casi-casi gol de Endrick, el Bernabéu fue testigo de un bizarro capítulo de Operación Despeje, protagonizado por Ceballos. Nuestro querido Ceballos realizó un despeje que terminó siendo más un pase al contrario que otra cosa. Tras esto, Bellingham se convirtió en una especie de entrenador en miniatura regañando a Asencio como si no hubiera mañana. Y es que, claro, Valjent estaba ahí, listo para el Mallorca, con cara de «no pasa ni el aire», manteniendo el 0-1 cual doblador de cucharas.
Cuando el reloj ya contaba 85 minutos de partido, Contenido EXCLUSIVO -¡ah, no esperen!- hizo una aparición espectacular. Estaba listo para el 2-1… pero no, Valjent, vestido de ninja invisible, se lanzó al rescate. Así que al final, lo único que irrumpió en el corazón merengue fue un suspirito de «qué podría haber sido». Empataron, pero oye, por lo menos jugaron bien… a pesar de tener el marcador en modo rebeldía.