Cuando los suplentes se convierten en héroes…

¡Atención, terrícolas hinchas del balón! El Real Madrid, armado con más actitud que Gandalf en el último minuto de la batalla del abismo, sorprendió al universo futbolístico. Ancelotti tenía más bajas que una tienda de campaña en una tormenta y solo contaba con diez fichas del primer equipo para enfrentar a los alienígenas culés. Ni un Transformer bien equipado habría enfrentado tal desafío, pero ellos montaron caballos blancos hacia el ocaso del alirón culé.

La escena es digna de un cómic de superhéroes: ¡Fran García asiste, Vallejo pone la melena y olé, y Jacobo Ramón, quien casi parecía teletransportado, consigue un remate místico en el minuto 95! 39 disparos, 26 córners y Courtois corriendo como si en su guante estuviera la última pista del tesoro del escudo blanco. Si esto fuera un videojuego, gato con botas, el Madrid desbloqueó el poder del esfuerzo y del «persevera y vencerás».

Mientras tanto, nuestro portero-filósofo Courtois habla desde el campo de batalla: «¡Estábamos más en cuadro que el presupuesto de un estudiante, pero seguimos luchando como gamusinos!». Y Carlo, más honesto que un avestruz, confiesa: «Otro gallo habría cantado si hubiéramos jugado así siempre». Con un ejército de canteranos, el Madrid demuestra que, a veces, en los momentos de crisis, incluso los villanos se convierten en héroes que llevan la marca de Bernabéu con orgullo. ¡La aventura continúa!