Jacobo el ‘invitado’ sorpresa…
Imaginen la escena: un mar de banderas blaugranas, bocadillos voladores y cantos más sincronizados que un coro de pingüinos. Los culés se habían reunido en Canaletas, lugar sagrado para celebrar. Era como si los dioses del fútbol les hubieran prometido una noche mágica. Pero entonces, justo cuando el banquete futbolístico iba a comenzar, apareció Jacobo. El joven merengue lanzó un hechizo al estilo de Merlín en el minuto 95 y ¡BOOM! la fiesta blaugrana se desinfló más rápido que un colchón de aire pinchado.
El gol del minuto 95 fue como ese tatuaje de ‘amor eterno’ que uno se hace y termina borrando a la semana. Jacobo Ramón, el Houdini del fútbol, recibió el pase de Vallejo, y de un zapatazo, envió el balón a la portería. Para el Real Madrid, fue como descubrir un billete de 500 euros en el bolsillo de una chaqueta olvidada. Para los culés, fue como abrir el frigorífico y encontrarse con que alguien se había comido el último yogur.
La escena fue digna de película cómica, con los aficionados preguntando «¿Qué ha pasado?» entre lágrimas y risas histéricas. Directo Gol lo capturó todo, como si fuera una telenovela en la que la trama da un giro inesperado. No hay moralina aquí, solo una lección: en el fútbol, la vida es como una caja de bombones… pero algunos tienen chiles picantes dentro.