El lío de los subtítulos en Mestalla…
Los superdetectives del Valencia han salido en misión secreta a enfrentarse al gigante Netflix. Al parecer, consideran que el documental «Baila, Vini» sobre Vinicius, está más falseado que un partido de fútbol con final feliz. Los rumores dicen que ya han equipado a sus abogados con una lupa de la talla de Sherlock Holmes y una bufanda del club para analizar cada fotograma y buscar «mentiras» más escondidas que un balón de oro en el fondo de un baúl.
La polémica se monta porque en el documental aparece una escena en la que se escucha a la hinchada de Mestalla coreando «mono, mono»; cuando según Valencia, todos cantaban «tonto, tonto». ¡Vaya lío de palabras! ¡Como si un loro hubiera cambiado las letras! Los del Valencia están tan enfadados como cuando un árbitro añade diez minutos de tiempo extra, y no dudan en recordar que hasta las cámaras de la productora se quedaron fuera del estadio para evitar más teleseries.
Pero, lejos de arruinar su imagen, el Valencia se ha propuesto dar un paseo elegante hacia la justicia. Dicen que, mientras el caso avanza, han prohibido que las cámaras de Netflix entren a Mestalla, no sea cosa que se les escape algún dron de película por la grada. El suspense está servido, mientras sus abogados deciden si emprenden un contraataque como si fuera el minuto 90 en la final de la Champiñon League.