Cuenta pendiente con el cuartel general blanco…

Bellingham, joven promesa del fútbol inglés, ha recibido un mensaje más claro que las instrucciones de un GPS: «¡Despierta, chavalín!». Desde que llegó disfrazado de estrella rutilante, los jefazos del Real Madrid esperan que brille más que una discoteca de Ibiza en pleno agosto. Al parecer, su actuación actual está más cerca de un episodio de siesta en el sofá que de la energía de una supernova.

El equipo merengue le pide a Bellingham que deje atrás ciertos gestos sobre el terreno de juego, como si estuviera saludando a la afición en modo bandera despistada al viento. Quieren que vuelva a la versión galáctica de su primera temporada, cuando sus pases parecían guiados por la Fuerza y sus goles hacían que hasta las estatuas dieran volteretas. Es hora de que recupere su esencia y deje de lado las performances dignas de una película de ciencia ficción de bajo presupuesto.

Nuestros espías, equipados con gafas de realidad virtual, nos dicen que Bellingham está planeando una transformación más asombrosa que la de un Transformer en plena batalla. Relámpagos, truenos y, tal vez, algunos goles épicos en el horizonte. Preparémonos para una temporada donde el Bernabéu podría ver a Jude ‘el Despertador’ Bellingham en su máximo esplendor, capaz de levantar a los dormidos y a los despiertos por igual.