Luis Enrique y el cambio mágico…
¡Agárrense que viene el ciclón Nico! El joven futbolista de 22 años, Nico Williams, está causando una tormenta de esas que te enderezan los pelos del cogote en el fútbol europeo. Con movimientos dignos de un ninja, este extremo del Athletic parece que se ha tomado unos cuantos litros de gasolina de fórmula uno. Con una cláusula de «solo» 58 millones de euros (¡calderilla!), su historia cambió al recibir la llamada de Luis Enrique, que como buen alquimista moderno, descubrió que cambiar de banda era lo que Nico necesitaba. Vamos, como quien decide cambiar el café por el té y descubre que así se convierte en Superman.
El exseleccionador español, visionario como un perro adivino, logró sacar provecho de este cambio, haciendo que la Eurocopa fuera un espectáculo de fuegos artificiales gracias a la dupla Williams-Lamine, como si fueran una pareja de magos sobre el césped. Los clubes rivales, alérgicos a la chispa de esta pareja, están rojos de envidia. Ahora bien, ¿podrá Nico ser el superhéroe que salve al Madrid de su falta de un 9 puro mientras vuela con su capa rojiblanca?
Desde pequeño, Nico soñaba con imitar a Mbappé, pero casi mejor. Al más puro estilo de un joven Goku queriendo superar a su maestro, hoy día relata anécdotas como si fueran episodios de anime: de pequeño, desarmaba a los mayores en el parque con sus dribles endiablados. Sin embargo, ahora podría plantarse en el Madrid, esperando compartir vestuario con el mismísimo Mbappé. Y si no es con él, seguro que sus regates seguirán dejando boquiabiertos a cualquiera como aquel niño prodigio que dejaba a su hermano Iñaki alucinando. ¡Nico, el nuevo destructor de defensas!